viernes, 10 de julio de 2009

Tiene que ser la mejor...mientras regresa Don Mel Zelaya

La Boda del Año

No voy a perder mi tiempo respondiéndole al inefable "Profesor Lupa" (ver el artículo http://www.aporrea.org/internacionales/a81517.html), ni a sus ganas de verme armado tal cual "Tortuga Ninja". Prefiero gastarlo haciendo una ironía que se me ocurrió al ver los carteles de los manifestantes que desean el regreso del Presidente Constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya. Uno de esos carteles mostraba un dibujo aparentemente tonto, sencillo pero con un mensaje que no tienen otros dibujos "tontos". Mostraba a dos hombres casándose y encima un título: "La Boda del Año".Por supuesto, no voy a caer en la posición ilógica de la homofobia. Antes de hablar de esa "boda", me permito recordar la ocasión en que el humorista y publicista Carlos Sicilia fue invitado al programa de Vanessa Davies, pero no para hablar mal de Andrés Izarra (que si al caso vamos, ambos han sido víctimas de dos poderes distintos) sino de la coincidencia de criterios entre dos nefastos mandatarios como los ya idos "Georgie" Bush y Anthony "Tony" Blair. Sicilia dijo, refiriéndose a las tales coincidencias, que Geogie y Tony "son novios", lo que provocó una reacción de sorpresa en la periodista y muy comprensible. ¿Como decir una cosa de éstas en un estudio sin que se inquiete al menos, quien me entreviste?. Me dió risa, lo confieso, la genial salida de Carlos Sicilia quien hizo uso de una nada fina ironía. Cada vez que se hablaba del asunto, no dejaba de recordar que ambos "eran novios" y no podían, como los bomberos, pisarse la manguera mutuamente.

Ahora, si hago referencia a la "boda del año" no es a la que "protagonizaron" esos hombres sino dos "simpáticos" hondureños algo entrados en años, uno de ellos militar "bien macho" pero "algo" díscolo y un civil que, en sus años finales de adolescencia había sido milico y para más INRI traidor por participar en un Golpe de Estado: Romeo Vásquez Velasco y el "proto-empresario global" de Don Roberto Micheletti. Los nuevos "Juleo y Rumieto" de una equívoca comedia que "termina bien", al menos en apariencia para ambos personajes abominables.

La "boda" de estos hombres se produce porque uno de ellos es destituído de su cargo por desobedecer una Orden Presidencial y el otro, porque completa el mandado y tira "esta parada" apoyado, por debajo de cuerda por los "sectores impíos" que están detrás de Don Barack Hussein Obama, el nuevo firmón de papeles de ocasión y con la "pequeña ayuda" de los amigos a quienes Dios (perdón, es Yaveh) "les regaló" el terreno de miseria que le robaron a sus vecinos palestinos, sirios y jordanos. De hecho, tal como esperaba que sucediera, en una marcha fascista "por la paz" (¿de los sepulcros?) en Tegucigalpa apareció la bandera israelí. ¿Hace falta aclarar más?.

Y como en toda boda católica que se respete, debe haber un sacerdote, en este caso ambos hombres son "casados" bajo el ensordecedor silencio (en la noche, ya todo está en calma...) del Cardenal de Honduras, Oscar Andrés Rodríguez, quien tiene el descaro de pedirle a Zelaya que no regrese para evitar "un baño de sangre". Debe ser que "Su Ilustrísima" se anda creyendo que sin Zelaya al frente no hay ese baño que sirve para marcar los festejos de tan "magna celebración".

Toda boda requiere también del respectivo y odioso papeleo, pero para eso tenemos a la informática. Con software propietario se maquinó un documento "chimbo-legal" para presentar a Don José Manuel Zelaya como un pobre "enfermo" (¿y de que?) que le toca renunciar, para que todo marche bien o sea, ¿ves? y tal...ah, me olvidaba del otro documento de la "elección" por parte del Congreso Infame Hondureño que convierte al apodado "Goriletti" en el Gran Designado de postín y de la "juramentación carmonera". Y como en todo enlace matrimonial que se celebre "por todo lo alto", hacen falta los niños y niñas de vestido blanco reemplazados por los bolsas envenenados por los medios de desinformación habituales y por la gente que va obligada por los "jefes de personal", que se tapa la cara para no "rayarse" ante la Historia. Y en lugar del "Ave María" de Schubert, Mozart, Goudot o de quien sea, el "Himno a la Alegría" de Beethoven en la voz del "gringo" José Luis Rodríguez.

Y para que nada falte en el imaginario pastel de bodas, todos los medios deben celebrar el enlace con una parranda de 20 dias, tan parecida a las exageraciones de los Buendia de "Cien Años de Soledad". Lo extraño es que lo "celebran" silenciando los detalles y las opiniones de quienes no querían que los "dichosos novios" se casaran.

Así pues, tengo razones para suponer que esta ha sido "La Boda del Año" a la cual nadie fue invitado y en la cual, cualquier saboteador que pretenda empañarla hay que liquidarlo, como sea. Por eso, la gestión del Insulso Funcionario no sirvió de mucho para que ambos se divorciaran. Lo mandaron derechito por donde vino. Indudablemente, como en la canción de salsa, esta boda "tiene que ser la mejor".

Vamos a ver cuando duran, entonces "casados" "Juleo Goriletti" y su "carnal Rumieto", a quienes deseamos la mejor de las suertes...cuando ambos paguen en la CÁRCEL y cubiertos de ignominia y desprecio los crímenes que han cometido contra el pueblo de Honduras, como tiene que ser...Hay el caso de que, si regresara Don José Manuel, en las barriadas quieran linchar a los muchachitos y a los que no lo son tanto, que se prestaron a la "labor patriótica" de masacrar, torturar y espíar a la gente que detesta al gobierno de porquería que ambos "cónyuges" sostienen. No lo quisiera apostar, pero es lo que andan buscando.

¡MISTERIOS DE LA CIENCIA!.

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¿Como que eso se queda así?

Aparentemente, cualquiera podría decir que el Verdadero Presidente Constitucional de Honduras, Don José Manuel Zelaya, es como un "pequeño burgués rural", como se decía antes en los círculos comunistas, por ser propietario de haciendas y reses, como no. Pero, lo que nadie sospechaba, fue que un tiempo después de ganar la Presidencia de Honduras, ese hombre con pinta de próspero hacendado mexicano, habría de mostrar una solidaridad hacia su pueblo, entonces inédita. Y eso es, precisamente, lo que no se le perdona desde los "sectores impíos" de su país. Su Misión se transformó, entonces, en cambiar la dirección de la Gran Nave del Estado para bienestar del Pueblo Hondureño. Nada que ver con un oscurantista y violento personaje apodado "Bobby Goriletti", milico en sus años juveniles, hombre siempre de espaldas a su pueblo, de quien ya conocemos su horrible historial que cualquiera puede consultar via Youtube, por ejemplo.

Es evidente, en vista de los acontecimientos ocurridos, que el Presidente Zelaya y sus Verdaderos Aliados han actuado más movidos por el corazón, que por la razón. Era predecible que el viaje de regreso de este domingo habría de fracasar estrepitosamente. Lo extraño, como se ve, es que no se le permita aterrizar aunque tiene "orden de captura" según los ejecutores del "golpe ilegal" en el que está sumergido hasta la coronilla "el negrito ése, que no sabe donde queda Tegucigalpa". Aunque "el pueblo unido jamás será vencido", es una ingenuidad sin sentido pretender que con la sola resistencia popular, sin acciones de fuerza y sin militares que puedan o quieran pronunciarse en contra del "gorilaje", por la razón que sea, se pueda volver a instaurar el Orden constitucional. Habría que darle la razón al Comandante Fidel Castro que llevó a cabo una Revolución usando la fuerza. Y ahí está, sin asomo de intentonas golpistas, ni nada parecido duélale a quien le duela.

Así que, lo que queda, no es precisamente anunciar que Don Mel volverá en tal o cual fecha. ¿Acaso hay que avisarle al contrario lo que uno hace en la guerra?. Debe volver, sí, pero A DIRIGIR el proceso de la Rebelión Popular Constitucional que se ha iniciado y que conducirá a la toma del poder y del retorno de la Democracia Verdadera. Y tal vez deba hacerlo mediante acciones
clandestinas, pues está visto que la solución estilo "cascos azules", aunque
pueda parecer adecuada, a la larga a nada bueno conduce. Ya conocemos el caso de Haití.

Por eso es que, para tener éxito en esta ocasión, nada como aplicar las estrategías de un SunTzu, de Ho Chi Minh o las de Ernesto "El Ché" Guevara de la Serna. Y recordemos aquella máxima: "Guerra avisada no mata soldado". De lo contrario habría que apelar a quienes se encogen de hombros y dicen, con razón o sin ella, que eso "se queda así" y entonces hay que agarrarse de la silla porque después sigue Nicaragua, después...como dicen los nuevos profetas del desastre que parece que le hacen el favor a Goriletti y sus socios, entre ellos, Su Ilustrísima el Cardenal Indigno.

¡QUE NO VUELVAN JAMÁS!

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