domingo, 11 de noviembre de 2007

Müller Rojas, Chávez y Baduel.

En horas de este mediodia, en el que la noticia del día recorrió diversos rincones del mundo, hablaba por teléfono con un conocido quien me señaló "¿Sabes quien está hablando en contra de la Reforma en Globovisión?. Sin esperar mi respuesta, dijo "Pues el General Baduel". Estaba fuera de mi casa y aquello me agarró de sorpresa. Más aun a mi familia, casi siempre enterada de esas cosas via televisión por cable. Mi familia veía TeleSur y no se había enterado de nada. ¿Como es posible, por favor?. Bueno, eso ya no importa. En casa, tenía ante mí, via Internet, el video donde Raúl Isaías Baduel de un solo golpe, apuñaló su propio retrato de Dorian Grey y la vejez y la decrepitud que de ese retrato imaginario emanaban, se habían traspasado a su persona. Al final, hablaba un cadáver político tan insepulto como Jóvito Villalba lo era para Rómulo Betancourt...pero el retrato odioso y odiado, se había esfumado, quizá para siempre. La noche cayó, pero la noticia seguía siendo la "comidilla" de diversos medios. Había perdido interés en profundizar la noticia (una traición más, ¿que es una raya más para un tigre?) y casi me pierdo el "Contragolpe" de esta noche inusual, con un verdadero "zorro viejo" de la política: el General Alberto Müller Rojas y con el añadido del propio Presidente Chávez.

Müller Rojas lo dijo sin tapujos, como cuando fue alejado del entorno del Presidente: "Está sentado sobre un nido de alacranes". Por algo lo dijo. No le dolió el "autosuicidio" de Baduel: son cosas que pasan. Con el Presidente pasa algo muy diferente: es su compadre. Müller Rojas, inesperadamente, había rejuvenecido, aunque hablara con la experiencia que dan los años. Hasta que salió otra revelación inesperada: aquel cadaver insepulto llamado Baduel, había provocado el alejamiento de Müller y el Presidente Chávez. Y al ver "La Hojilla", otro video mostró la magnitud de la inesperada traición: 18 días antes, Baduel apoyaba hasta la reforma del polémico artículo 236 de las atribuciones del Presidente sobre los estados de excepción. Surgen las tradicionales hipótesis: bozal de arepa, influencia imperial, intento de golpe, etc. Y recuerdo aquella frase del Libertador: "a un perdón, sigue una traición". Muy a propósito de aquel movimiento de unidades armadas en Maracay, meses después del "golpe carmonero". Ahora todo tenía sentido.

Baduel fue aclamado como el héroe detrás del retorno del Presidente Chávez. Sin embargo, ahora queda la duda, ¿fue obligado a hacer algo?. ¿Que hubiese pasado si TODO hubiera dependido de este hombre, cuando se contó que aquel nefasto 11A hasta hubo soldados y quizá alféreces, sin don de mando, que obligaban a ciertos oficiales a que se movilizaran a juro...a no ser que quisieran perder la vida?. Pero, ahora en su primer discurso de "actor político" (¿?) de QUINTA CATEGORIA con "chuleta" escrita sabrá Dios por quien, remató con la invocación que hacen ciertas personas a quienes les carcomió el cerebro el fanatismo religioso, de la protección del "Yahvé Elohim de los Ejércitos". ¿De donde sacaron a las Fuerzas Armadas Celestiales, si ESE no es el Dios que conozco y en el que creo?. Con su sincretismo religioso extraño, mezcla de Tzun Su, de judaismo, de budismo e invocaciones evangélicas, se le terminó de caer la máscara...o mejor, de mostrar su cédula. Como será, que alguien como Iván Carratú Molina, el famoso yerno del ex-calientapuestos Rafael Caldera, lo llamó "individuo que no respeta a la sociedad venezolana o que cree que los venezolanos nos estamos chupando el dedo". ¿Que les parece?.

Bueno, ya lo dijo el Señor: "Que los muertos entierren a sus muertos". Y yo añado, que la persona que puede ser la mejor amiga de uno, es aquella que a uno le dice la verdad, verdad amarga, pero verdad al fín. Que este golpe traicionero, acerque al General Alberto Müller Rojas y al Presidente como parece que será evidente. Por que al ser alejado por la traición, Müller no denigró del Presidente, asi declarara ante un medio como "El Universal". Señaló sus defectos, y también los señaló en sí. No podemos copiarnos de nadie, ni usar lemas para reducir a una frase algo tan complejo como una ideología. Los enemigos a veces están dentro. Esas y otras tantas lecciones, surgidas del acercamiento de estos hombres deben servir junto con la voluntad de quienes queremos reconstruir la verdadera Patria, para estar atentos y no dejarnos embaucar por los cadáveres "de nuevo cuño". El "otro" «que se marche, no importa». Y que Dios le de lo más que pueda, vida al General Alberto Müller Rojas, Verdadero Amigo del Presidente Chávez y de un Proceso que no se debe paralizar por culpa de los mismos "sectores impíos" que con disfraces de brujas de Jalogüin, de demonios con sotanas, de políticos y de empresarios pretenden ponerle nuevamente la mano a la Venezuela que busca concluir la tarea que dejaron pendiente Nuestros Generales de Hombres Libres: Miranda, Sucre y Bolívar.

Que así sea.